Quién llega
derrumbándome siempre en esta noche
Quién desvasta el trono de mi escondite, entre la poca tierra de tantos pasos
Quién llega pidiendo permiso luego perdón, luego un rictus del labio pintado
Quién llega para mentir donde no es mentira
Me acerca una silla una copa ardiendo para que el cansancio codicie a la sed, la sed al calor y el calor a la plegaria maldita, oh deidad, oh caparazón de la gracia
Yo sé bien
Es ella, no dice qué dice tan bellamente la amiga feroz, parturienta sin fin, sacra cruel madrastra perdonada